domingo, agosto 02, 2020

DEMOCRACIA SOCIAL Y PARTICIPATIVA


La actual Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada en diciembre de 1999, manifiesta en su exposición de motivos que con ella el Estado intenta “crear un nuevo ordenamiento jurídico que permita el funcionamiento efectivo de una democracia social y participativa”. Veinte años después, estamos en condiciones de sobra para realizar una evaluación serena de lo que hoy se ha convertido el país, máxime tomando en cuenta que el régimen que lo propuso y refrendó no ha cambiado durante estas dos décadas. Democracia, social y participativa son las palabras claves que los legisladores emplean como eje fundamental para construir el “nuevo Estado”.  Veamos sucintamente si son importantes.

 

«Democracia»: Es el “sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes”.

«Social»: Marca lo relativo a la sociedad humana. Una segunda acepción se refiere a lo que “repercute beneficiosamente en toda la sociedad o en algún grupo social”. Toda Democracia es social o no lo es.

«Participativa»: A nuestro modo de ver, esta palabra, como lo “social” constituye nuevamente una redundancia del concepto de Democracia. ¿Puede haber una democracia que no sea social o que impida la participación del ciudadano o ambas simultáneamente? Entonces saque usted mismo la conclusión. Conociendo, pues, la situación de la Venezuela que han construido los actuales gobernantes, se pregunta: ¿Es soberano el pueblo venezolano? ¿Puede elegir libremente a sus gobernantes? ¿Existe un Estado de Derecho? ¿Se hace verdadera política en Venezuela o toda decisión es producto del estado de ánimo de sus dirigentes? ¡Pues eso!

 

Leyendo las primeras líneas de la Carta Magna pronto se intuyen las mentiras y trampas contenidas en cada uno de los nueve títulos, sus capítulos y sus artículos. No es necesario titularse de politólogo o doctor en derecho para descubrir las verdaderas intenciones que albergaban quienes redactaron la Ley Suprema de Venezuela. ¡Sólo paja y humo! Detrás del telón de palabras y frases bonitas se evidencia ideología pura y dura. No obstante, para los más escépticos, suponiendo que lo dicho no convence, pues entonces apelo a las siguientes evidencias que no se pueden ocultar; esto es, a lo incontestable que esa “ingeniería social” al que ha estado sometido disimuladamente todo el país durante estos años.

 

¿Cuáles son esas evidencias? Veremos en lo que se ha convertido el tan ansiado “viaje” en pos del “mar de la felicidad” prometido por el régimen “socialista” que nació en 1999, y sugerido por los resabiados asesores españoles y cubanos. Abusaría de mis caras amistades si las enumerase todas; baste sólo destacar algunas:

 

1.     Actualmente, los Poderes Públicos Legislativo, Judicial, Ciudadano y Electoral se encuentran secuestrados por el dictador que preside el Poder Ejecutivo. Allá se hace lo que manda el dictador. Para los recién llegados, conviene advertir que esto no ha sido cosa de un día para otro: más bien de un proceso gradual, lento y muy bien estructurado. La “metáfora de la rana hervida” sirve de ejemplo para explicar el exitoso “fagocitamiento” progresivo que concentró en el Ejecutivo TODOS los demás poderes, circunstancia que encontró en la mayoría del pueblo una pasividad enfermiza. Adicionalmente corresponde recordar que, aunque la actual Constitución fue hecha a la medida del régimen liberticida del momento, lo fue como “medio de transición”. Pasados 20 años, se hizo necesario migrar hacia una “nueva” Constitución, mucho más blindada, la cual se está cocinando desde 2017, a pesar del claro rechazo de la oposición a la convocatoria que hizo Nicolás Maduro a una nueva Asamblea Nacional Constituyente, sin consultar al pueblo venezolano, de acuerdo a lo establecido en la Constitución vigente.

 

2.     La situación actual del país ha llegado a niveles insostenibles debido a una mega crisis generalizada que abarca lo económico, social, institucional y político desde sus mismas raíces. TODO, absolutamente todo, está corroído por el cáncer socialista que ya está bien sumergido en el comunismo más riguroso y cruel. ¿No fue el mismo creador del marxismo quien aseguró que el socialismo es el primer escalón hacia el comunismo? Pues sí, Carl Marx dixit. Tarde se ha dado cuenta el pueblo venezolano de la gran mentira en que han caído y por lo que se ve ya no hay libre apoyo al régimen, salvo el que ofrecen los que se benefician de él. Las Fuerzas Armadas se encargan de mantener ese estado de cosas y el gobierno emplea todo tipo de medios para controlar la conducta del venezolano, entre ellos, ser reconocido como el supremo benefactor que procura alimento, ofrece salud, empleo, educación, protección vital, y servicios básicos como electricidad, aseo, agua, telefonía, radio, televisión, ocio y tiempo libre, etc. sólo para los que lo apoyan. Ahora mismo, DirecTv ha cesado sus transmisiones y abandona el territorio nacional.

 

3.     Las estrategias fundamentales para someter a los ciudadanos y alcanzar el control de sus vidas se resumen en esto:

 

-1) Destruir la autoestima de las personas: Para qué esforzarse -piensan muchos- si haciendo nada alcanzaré lo mismo que el que estudia, trabaja, se sacrifica, etc. Muchos recordarán que, desde los mismos inicios, el régimen regaló pisos, casas, todoterrenos, electrodomésticos, bolsas de alimentos y bebidas alcohólicas a los que acudían a las concentraciones rojas y dinero a los que apaleaban a la oposición.

 

-2) Ideologizar desde temprana edad: Los niños que nacieron con el actual régimen ahora tienen 20 años. Adivine qué tienen hoy esas personas en sus cabezas. ¿Le parece familiar el denominado “pensamiento único” y el “apoyo ciego”?

 

-3) Culpar a terceros: Si el ciudadano se percata de que algo lo perjudica o va mal, la culpa es del “imperio”, o de la oposición, o de los “escuálidos” de la clase media y rica…

 

-4) Señalar y denigrar al opositor: Quien critique al gobierno o a sus instituciones es un traidor a la patria, y como tal, debe de ser perseguido, sometido él y sus familias, encarcelado y “reeducado”. Se trata de una reeducación es “muy especial”, ya que por lo general supera con creces la suma de los años que empleamos para cursar primaria, secundaria y universidad. Si se trata de un ciudadano impoluto, todavía existen otros medios para someterlo: sembrarle drogas, armas o acusarlo falsamente de algún delito, sobre todo de terrorismo. Por supuesto, los que hemos emigrado, rechazando públicamente el régimen de matones caemos en esta infame categoría y, por lo tanto, no tenemos derecho a pensiones, ni a renovación de pasaportes, ni...

 

-5) Sembrar terror: Cuando se persigue a algún individuo enemigo del régimen, se debe hacer lo posible por amedrentar a familiares, amigos y vecinos. Para ello se emplea una fuerza desmedida a través de los numerosos cuerpos de seguridad (los anotaré en minúscula por mi rechazo hacia ellos): policías del estado, servicios de inteligencia y prevención, seguridad nacional, fuerzas de acciones especiales, guardia del pueblo, policía metropolitana, operación liberación del pueblo, plan bratton (¿?), policía migratoria, policía nacional bolivariana, universidad nacional experimental de la seguridad, armadillos (vehículos blindados), cuerpo de alguacilazgo, cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalísticas, y un largo etc.

 

-6) Emular al opositor: Si la oposición organiza una manifestación, el régimen azuza la suya, asegurándose de que coincida día y hora y, si es posible, infiltrará sus partidarios en ambas concentraciones para iniciar las provocaciones de rigor. Por supuesto, estos colectivos son pagados con dineros del Estado que, por cierto, alguna ministra se atrevió a decir que ese dinero no era de nadie (¡!). Mientras tanto, otros agentes del gobierno, de manera furtiva, hacen fotos y vídeos de los asistentes.

 

-7) Estimular el envío de remesas de dinero que los emigrantes realizan a favor de sus familiares que no han podido salir. En efecto, se estima que para este año, 2020, esas remesas totalicen unos 6 mil millones de dólares, nada menos que el 6% del PIB de la nación (en 2019 fue de 3,5%, unos 4 mil millones de dólares, una media de 150 US$/mes /habitante). La inflación en Venezuela alcanzó el año pasado 7.500% (para que usted compare, la de España fue de 0,79%). No, no es error de coma, en Venezuela fue así como lo leyó: ¡siete mil quinientos por ciento! Gracias al régimen, los venezolanos deben pagar los bienes y servicios, incluyendo los de primera necesidad, 3, 4 o 5 veces más el precio que pagamos en Europa.

 

-8) La nefasta situación en Venezuela ha traído como consecuencia que millones de venezolanos hayan salido de su patria. Según datos de ACNUR (2019), más de 4,7 millones de venezolanos refugiados y migrantes recorren el mundo huyendo del infierno en que el régimen ha convertido uno de los países más ricos del planeta. De ellos, 760 mil son solicitantes de asilo político. Más de 2 millones viven bajo otras formas legales de estadía en países de Latinoamérica. Piénsese que entre 1948 y 1961 Venezuela recibió unos 920 inmigrantes, principalmente españoles, italianos y portugueses. Pregunta: ¿Están equivocados los casi 5 millones de personas que han podido salir? 

 

Este es el resultado de la exquisita “política” aplicada en un país que se creía inmune a las garras del marxismo y cuyos gobernantes se han declarado abiertamente social-comunistas. La vida del pueblo dentro de un régimen tal se convierte en una especie de “faena” en un coso taurino. En apariencia, sólo en apariencia, todo es fiesta y jolgorio (algo así como la que imponía la estrategia romana imperialista “panem et circenses” (“pan y circo”), para mantener tranquila y abobada a la población. Pero internamente no es tal cosa, sino el más desalmado desprecio al pueblo. ¿No dijo aquel que fue asesor de lujo del régimen durante varios años que “nos conviene la crispación”? Conozco también otras perlas de algunos otros genios “asesores” de aquella manada de forajidos, pero no las traeré para no abusar de mis lectores. Amigo, “a mí que no me vengan con cuentos, que yo sé historias”. Pues eso.

 

Resumiendo: ¿Qué gana el espectador? ¡Nada! ¿Qué pierde? ¡TODO! Quien se crea que a él no lo cogerá el toro, que se asegure bien detrás de las defensas pero que se prepare por si aparece alguna sorpresita, porque algunas veces la fiera es capaz de saltar las barreras y logra embestir a quienes están detrás del callejón y burladeros del coso, e incluso es capaz de alcanzar a los confiados e “inocentones” en las mismas gradas.

 


No hay comentarios: