martes, julio 22, 2014

¿EN QUIÉN CONFIAR CUANDO TODO PARECE ACABADO?



https://youtu.be/4RojlDwD07I

Hermosa canción; y la letra, un sentido poema. La pieza es original del joven cantautor norteamericano Joshua Groban. Existe una versión en castellano cantada por Il Divo (“Por ti seré”), también de gran belleza, aunque la letra difiere.

Según leo en los comentarios vinculados al vídeo, el cantante es un tal Martin Hurkens, ganador de "Holanda Tiene Talento" en 2010. No sé más sobre el personaje ni sobre el vídeo que tan amablemente enviaron y compartieron varias personas. Encontré también otras piezas bellas en Youtube. No obstante, me referiré a dos aspectos, que quisiera considerar. Primeramente al valor de la letra de la canción y luego al gesto y significado de esta representación (una interpretación mía), porque considero que la ocasión lo amerita: el sujeto puede personificar a tantos y tantos que encontramos en calles, plazas y estaciones de Metro.

La letra completa de la canción la podrán encontrar en Internet. Copio aquí la primera estrofa y el estribillo:


When I am down and, oh my soul, so weary;
When troubles come and my heart burdened be;
Then, I am still and wait here in the silence,
Until you come and sit awhile with me.

You raise me up, so I can stand on mountains;
You raise me up, to walk on stormy seas;
I am strong, when I am on your shoulders;
You raise me up... To more than I can be.

(La traducción aproximada es:

“Cuando estoy deprimido y, oh mi alma, tan cansado;
Cuando los problemas vienen y mi corazón está agobiado;
Entonces, me quedo quieto y espero aquí en silencio,
Hasta que llegas y te sientas un rato conmigo.

Tú me levantas, para que pueda pararme sobre las montañas;
Tú me levantas, para caminar sobre los mares tormentosos;
Soy fuerte, cuando estoy sobre tus hombros;
Tú me levantas…Más de lo que yo puedo ser.”)


El cantante de este vídeo tiene conciencia de su actual condición de “olvidado de la sociedad” y pide limosnas a los presentes, a cambio de su interpretación. Pero aunque es una exhibición modesta en sí, ¿han notado la bella voz que exhibe y la forma cómo vocaliza? En un principio ninguno de los presentes tiene conciencia de tener enfrente o al lado a un ser con tan inmensas ansias de vivir. Quizás cada uno lo da por sentado, tomando como referencia su propia comodidad. Las ocupaciones de cada quien impiden tomar en cuenta al pedigüeño, a las necesidades económicas y, seguramente también, afectivas del sujeto, más que nada porque lo han “visto” pero no lo han “mirado”. El hecho es que cada quien anda en lo suyo. 

Pero en un momento determinado, la música y el canto del trovador mendicante llaman la atención de los transeúntes. Este individuo intenta expresar su voluntad de seguir participando de la vida que se le ha dado; vivir como lo hacen los demás… ¿Quién lo sabe? Tal vez todavía tiene sueños. Tal vez fue o quiso ser un gran cantante de ópera o algo así. Tal vez… No lo sé, pero es lo que se me ocurre pensar.

Por otra parte, he leído que la canción está dirigida a alguna persona del pasado del autor. Pero opino que si él mismo no lo ha aclarado aún, díganme, por favor, a quién se le pueden decir estas cosas si no es a Dios. No existe nadie a quien puedas pedirle tanto ni que te pueda dar tanto.

Al igual que la Historia no puede ser leída en clave de los vencedores, la historia de una persona no puede ser leída de forma concluyente tan sólo desde la inmediatez de sus incoherencias y falta de fidelidad a Dios, a sí mismo y al prójimo. Porque en el ocaso de la vida, cuando la conciencia logra ser avivada y la voluntad impulsa, como en este caso, muchas personas son capaces de asombrarnos.

Lo digo por lo que me sugiere el protagonista del vídeo. Hay personas que se niegan a terminar sus vidas, otrora importantes y valiosas para otros, o tal vez para empresas exitosas, o para prestigiosas instituciones o grandes corporaciones, repito, se niegan a morir en vida; y hacen todo lo que está en sus manos para llamar la atención gritando “yo todavía existo: aquí estoy”. Se rehúsan, pues, a acabar en la cuneta de la vida, sin esperanza, cual despojo urbano u objeto inservible. Decía un escritor escocés que “La esperanza es como el sol, que arroja todas las sombras detrás de nosotros” (Samuel Smiles, 1812-1904). Lastimosamente, algunas personas viven tan lejos de la realidad que confunden su sombra con ellos mismos.

Y es que la vida se nos presenta dual, como dos mundos sin conexión aparente: el del éxito y la opulencia por un lado y el mundo real, el que experimentamos a diario. En el primero, todo es hermoso y placentero: nos deslumbra, nos seduce, intenta hipnotizarnos para que formemos parte de él a cualquier costa, mostrándonos sus copiosas maravillas, abundantes riquezas y opíparos placeres. Nada de eso es malo si se emplea, moderadamente, como medio para lograr ser, por una parte, mejor persona; y por otra, instrumento para intentar ayudar a hacer felices a los demás. Lamentablemente, en la cima del poder y de las riquezas es difícil mirar hacia abajo y no caer en la falta de una visión realista; es fácil sucumbir en la soberbia y la petulancia; de hecho, recreándose en la vanidad, se termina convirtiéndose en un ser egoísta, aislado del mundo real y de las necesidades perentorias que padecen otros.

En efecto, el mundo real se muestra paradójico y nos revela, muchas veces con crudeza, las contradicciones del corazón humano: el perfil profundamente bondadoso, pero también el que es capaz de descubrirnos su lado ilimitadamente ruin. De hecho, el ser humano igualmente proclama su bondad, compasión, tolerancia y generosidad como se muestra depravado, cruel e ignominioso.

En la era supertecnificada, caracterizada por las prisas y saturada de “usos y aplicaciones”, lo que no sirve se descarta, lo que no produce se deshecha. Sin importar edad. Dice el Papa Francisco que “hoy la crisis es tan grande que se descartan a los jóvenes: cuando pensamos en esos 75 millones de jóvenes de 25 años para abajo, que son «ni-ni»: ni trabajo, ni estudio. No tienen nada. Sucede hoy, en esta Europa cansada…. Y continúa: “La Europa que está cansada. Debemos ayudarle a rejuvenecer, a encontrar sus raíces. Es verdad: ha renegado de sus raíces. Es verdad. Pero debemos ayudarle a volver a encontrarlas. Desde los pobres y los ancianos se empieza a cambiar la sociedad. Jesús dijo de sí mismo: «La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular» (Mt 21, 42). También los pobres son en cierto sentido «la piedra angular» para la construcción de la sociedad. Hoy, lamentablemente, una economía especulativa los hace cada vez más pobres, privándolos de lo esencial, como la casa y el trabajo. ¡Es inaceptable! Quien vive la solidaridad no lo acepta y actúa. Y a esta palabra «solidaridad» muchos quieren quitarla del diccionario, porque a una cierta cultura le parece una palabrota. ¡No! La solidaridad es una palabra cristiana. Y por esto sois familia de los que no tienen casa, amigos de las personas con discapacidad, que, al ser amados, expresan tanta humanidad. Veo aquí, además, a muchos «nuevos europeos», inmigrantes llegados después de viajes dolorosos y peligrosos” (Discurso a la Comunidad de san Egidio, 15 de junio de 2014).

Al ser humano se le olvida muchas veces que en el mundo espiritual no rigen las mismas leyes que en el físico. En el dar y recibir subsiste una paradoja, y es ésta: el que da, en realidad recibe; y el que recibe, a su vez, está dando. En efecto, el necesitado del vídeo pide ayuda y algunos transeúntes participan, en la medida de sus posibilidades y de su generosidad. ¿Pero quién ayuda a quién? Muchos santos que ayudaban a los más pobres gastándose por los demás y entregando incluso sus vidas, dieron gracias a Dios por la oportunidad que les proporcionaba. El que se encierra en su mundo de comodidades no puede mirar al otro mas que para pensar cómo sacar provecho de la situación. Porque para el egoísta, el otro es sólo una ocasión, un medio más. Definitivamente, el mundo es lo que el ser humano hace de él.

Señala Mons. Viloria que “El mal en el mundo siempre se presentará suculento para esclavizarnos. Aunque tengamos algunas satisfacciones con él, siempre nos destruirá.” Pactar con el Mal es engañarse. Tarde o temprano terminará acabando con nuestra libertad. San Agustín dice en el libro I de las Confesiones que todo ánimo desordenado es castigo para sí mismo. 

Por eso, lo que necesita el hombre para mantener viva la conciencia de su dignidad y permanente necesidad del Otro y de los otros es tener una mirada y, por tanto, una conducta profundamente humana, despojada de soberbia, orgullo, vanidad, egoísmo... Porque no es posible, en ningún caso, construir una vida sin la necesaria “relación” con Dios y con el prójimo. Por otra parte, apelar al lado bueno del ser humano y tutelarla es lo que definitivamente puede cambiar una causa aparentemente perdida.

Para finalizar, les invito a orar como lo hizo el Papa en el Estadio Olímpico de Roma, el 1 de junio de 2014: 

“Señor, mira a tu pueblo que aguarda el Espíritu Santo. Mira a los jóvenes, mira a las familias, mira a los niños, mira a los enfermos, mira a los sacerdotes, a los consagrados, a las consagradas, mira a nosotros, obispos, mira a todos y concédenos aquella santa borrachera, la del Espíritu, la que nos hace hablar todas las lenguas, las lenguas de la caridad, siempre cercanos a los hermanos y a las hermanas que tienen necesidad de nosotros. Enséñanos a no luchar entre nosotros para tener un trozo más de poder; enséñanos a ser humildes, enséñanos a amar más a la Iglesia que a nuestro partido, que nuestras «peleas» internas; enséñanos a tener el corazón abierto para recibir el Espíritu. Envía, oh Señor, tu Espíritu sobre nosotros. Amén.”


lunes, julio 21, 2014

LA CAPACIDAD DE APRENDER DEL SER HUMANO


Qué gran agudeza la de Einstein! 
Me hizo recordar a un santo sacerdote que conocí hace años. Él decía que cada criatura ha sido dotada de una especificidad; así, de una mata de mango no se pueden esperar cemerucos (una especie de cereza en Venezuela); tampoco una planta de margaritas puede producir aguacates; ni una gallina puede dar leche... 

Así, los seres humanos tenemos variados grados de raciocinio, de inteligencia, de carácter, de bondad, reciedumbre, de habilidades diversas, destrezas varias... por eso no hay dos personas iguales. 

De ahí que sea tan necesario hoy desempolvar el concepto de "vocación". El que se ocupa a lo que su vocación lo lleva, disfruta de lo que hace. Hasta el trabajo más ingrato lo desempeña con alegría. 

Un consultor de empresas siempre me recordaba: desde el punto de vista de la eficacia, por regla general no hay malos trabajadores; sino personas mal ubicadas. Otra cosa, en un sentido general, los jóvenes siempre tienen vocación de futuro.

Bill Gates anima a los ricos chinos a que sean “más caritativos”

(PrensaLibre.com - 28/04/14 - 08:12 Economía)


Bill Gates, el hombre más rico del mundo, ha animado a los más adinerados de China a ser "más caritativos" en un artículo publicado hoy en el Diario del Pueblo, órgano del Partido Comunista de China (PCCh) .

Pekín -  “Estoy seguro de que invertir en los pobres trae recompensas” , escribe Gates que añade: “Es tan excitante como cosechar éxitos en el ámbito de los negocios, ¡y más significativo!” . El fundador de Microsoft tiene proyectos de filantropía en China, la segunda economía del mundo, a través de la Fundación Bill y Melinda Gates, desde el año 2008.

China tiene el mayor número de multimillonarios del mundo después de Estados Unidos, según un informe de la revista Hurun, con sede en Shanghái, que recientemente publicó que la cifra de magnates con fortunas superiores a los mil millones de dólares en la potencia asiática aumentó hasta 358 a finales de 2013, desde los 41 del año anterior.
China se sitúa en el penúltimo puesto del ránking de donaciones de 135 países realizado por Charities Aid Foundation.
Con la excepción de la fundación Li Ka-shing, con sede en Hong Kong, y de Mohammed bin Rashid Al Maktoum Foundation, ubicada en Dubai, todas las organizaciones benéficas que operan en China proceden de países occidentales. 
POR AGENCIA EFE / China


San Alberto Magno sostenía que existen tres géneros de plenitudes: la plenitud del VASO, que retiene y no da; la del CANAL, que da y no retiene, y la de la FUENTE, que crea, retiene y da. ¡Qué imágen tan bella!

Jesucristo -pienso- debió ser así ¿verdad? Él era (es) la fuente que brota inextinguible, el agua que calma la sed para la vida eterna. Él es el modelo a seguir; Él nos enseñó que debemos "ser" para los demás. Incluso "gastarnos" por los demás, hasta que "duela", como lo hacen las madres y los padres por los hijos. Incluso para satisfacción personal.


Dice Bill Gates que "invertir en los pobres trae recompensas", y añade que “es tan excitante como cosechar éxitos en el ámbito de los negocios, ¡y más significativo!” Los ricos y los pobres mueren. No hay diferencias. Tal vez la única certeza que tiene el hombre cuando nace sea ésta: que un día, más tarde o más temprano, su vida se extinguirá. De modo que, no importa cuánta fortuna se haya acumulado o cuánto poder se ha tenido; nada de eso se lleva al más allá. Lo importante es qué clase de plenitud nos ha caracterizado. 

Ojalá siempre sepamos ser "fuente" para uno mismo y para los demás, imitando a Jesús, que es la Fuente de bondad, de desprendimiento, de salud y de gracia por antonomasia.

EL CHE GUEVARA


Todos saben que el «Che Guevara» fue uno de los comandantes que lideró, junto a Fidel Castro, la Revolución Cubana (1953-1959), la cual dio lugar a un nuevo régimen político en el hoy maltrecho país caribeño. Eso sí, no sin cruentas persecuciones y derramamiento de muchísima sangre inocente.

La figura despierta grandes pasiones en la opinión pública, tanto a favor como en contra y, con el tiempo, el personaje  se ha convertido en un símbolo emblemático, casi romántico, en especial para muchos jóvenes incautos e ignorantes. 


En efecto, para muchos de sus partidarios, Guevara representa la lucha contra las injusticias sociales o de rebeldía, mientras que es visto por sus detractores (entre ellos yo) como un CRIMINAL, como él mismo se confiesa que fue, responsable de innumerables asesinatos.

Esta bestia bípeda, fue enemigo acérrimo de Cristo y de su Iglesia. ¿Quién puede dudar hoy que los comunistas, entre ellos los Castro, responsables de la Revolución Cubana, fueron, son y sus seguidores seguirán siendo enemigos de la Iglesia? Si alojan alguna duda, pregunten a obispos, sacerdotes y monjas, que trabajan y se sacrifican hoy mismo por la población más necesitada de Cuba, exponiendo sus pellejos porque en cualquier momento algún soplón del régimen pueda delatarlos o injuriarlos como enemigos de la Revolución, acusándolos de manifestar su antagónico modo de pensar. 

Averigüen la clase de "justicia" que impera en Cuba desde hace más de 50 años. Justicia que, por cierto, fue implementada desde el inicio de la Revolución Cubana por ideólogos, entre los que se encontraba el Che. El mismo que llevan grabado en camisetas algunos matones del régimen venezolano.

Cito un episodio histórico como prueba inequívoca de que este individuo impresentable odiaba al ser humano pero muy especialmente a sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos. Cuando los forajidos barbudos descendieron de la Sierra Maestra, exhibían en sus cuellos y uniformes los rosarios y crucifijos que previamente habían sido suministrados por los religiosos. Lo hacían para que el pueblo se sintiera confiado y no albergara temor alguno hacia ellos. Resultado: sacerdotes, monjas y religiosos fueron los primeros que tuvieron que salir de la isla ¡para salvar la vida! Otros, lamentablemente, no tuvieron la misma oportunidad y fueron sometidos a esa "justicia impecable” de los milicianos cubanos, para terminar fusilados delante del famoso “paredón”.

Y si alguno lo duda, pregunten a sobrevivientes de aquellos tristes acontecimientos o lean las crónicas de la época en las que se narra cómo centenares de opositores, entre ellos clérigos y religiosos cuyo único delito fue denunciar los ultrajes y las violaciones a los derechos humanos más elementales, fueron ajusticiados por ser enemigos de la Revolución. Eso sí (conducta proselitista que repitió Chávez y sus secuaces cuarenta años después), para obtener su cometido que es el poder, expresan claramente una fe cristiana, ostentan signos religiosos y hasta asisten a misa. Algunos, sacrílegamente, se atreven a acercarse al sacramento eucarístico para que el pueblo los observe.


Al principio de sus andanzas no se atreven a confesarse enemigos de la fe y, menos, marxistas-leninistas. Así se conduce el demonio, al que Jesús calificó como « mentiroso y padre de la mentira» (Jn 8, 44).

Resumiendo, este sujeto no fue más que un sanguinario criminal que, en su momento, empleó los más viles métodos como el asesinato, el secuestro y la extorsión para quitar de en medio a sus opositores. Este despreciable personaje no tiene nada que envidiar a líderes criminales notorios como Fidel Castro, Sadán Husein, Hitler, Stalin o etarras como Txomin Iturbe, José Miguel Beñarán, Argala, José Antonio Urrutikoetxea, Ternera, o Peixoto, entre muchos otros; no porque alcanzó el mismo número de asesinados, sino porque albergaba en su corazón un probado sentimiento necrófilo. Hoy, si viviera el Che, un tribunal justo lo procesaría por crímenes de lesa humanidad. 

Antes de finalizar, presento un hecho histórico. El 18 de febrero de 1957 el guía campesino Eutimio Guerra, acusado de pasar información al enemigo, es enjuiciado por los rebeldes y condenado a muerte. A la hora de la ejecución, sus compañeros no se deciden a pasarlo por las armas, y es cuando el Che se adelanta, extrae su pistola matando de un disparo en la sien a Eutimio. Así anotó el acto en su diario de la Sierra Maestra: “…acabé el problema dándole en la sien derecha un tiro de pistola [calibre] 32, con orificio de salida en el temporal derecho. Boqueó un rato y quedó muerto. Al proceder a requisarle las pertenencias no podía sacarle el reloj amarrado con una cadena al cinturón, entonces él me dijo con una voz sin temblar muy lejos del miedo: ‘Arráncala, chico, total…’ 
Eso hice y sus pertenencias pasaron a mi poder.” 

Posteriormente Che escribirá en su Diario: “…ejecutar a un ser humano es algo feo, pero ejemplarizante. De ahora en adelante aquí nadie me volverá a decir el saca muelas de la guerrilla.”



Lean algunas de sus "perlas" dejadas a la masa de los resentidos de todas las épocas:


  • “Hay que acabar con todos los periódicos. Una revolución no se puede lograr con la libertad de prensa.”
  • “Para enviar hombres al pelotón de fusilamiento, la prueba judicial es innecesaria. Estos procedimientos son un detalle burgués arcaico. ¡Esta es una revolución! Y un revolucionario debe convertirse en una fría máquina de matar motivado por odio puro.”
  • “¡El odio es el elemento central de nuestra lucha! El odio tan violento que impulsa al ser humano más allá de sus limitaciones naturales, convirtiéndolo en una máquina de matar violenta y de sangre fría. Nuestros soldados tienen que ser así.”
  • “Tengo que confesarte, papá, que en ese momento descubrí que realmente me gusta matar.”







ALGO PARA EL ACERVO CULTURAL BOLIVARIANO




Me refiero al término MALANDRO.

Un diccionario de Portugués-Español registrado en WordReference traduce la palabra "malandro", adj m, ƒ 1 pillo(a), pícaro(a),  2 (com preguiça) holgazán, (ana).

En Brasil, “malandro” es una persona con un estilo de vida bohemio, fiestero, entregado a los placeres. El malandro es un arquetipo que ha sido inmortalizado por el músico Chico Buarque.

En una página de consulta etimológica en idioma portugués hallé: A origem é incerta. Uma das hipóteses é que venha do Italiano MALANDRINO, que seria composto de MAL, do Latim MALUS, “mau”, + SLANDRINO, “vagabundo, ladrão”, derivado do Germânico.  Mas, é melhor não jurar sobre isso (!!!).

Dice Wikipedia que en Colombia y Venezuela, malandro es sinónimo de delincuente. Generalmente se asocia con lo que el sociólogo y sacerdote Alejandro Moreno ha denominado delincuente violento de origen popular

El malandro es una persona que desde niño presenta síntomas de antisocialidad. Rechaza total y abiertamente los valores comúnmente aceptados. A diferencia del “parasocial”, que pese a rechazar los valores y estructuras sociales dominantes no pretende agredirlos, el malandro ­-o antisocial- quiere destruir los valores y estructuras de la sociedad, generalmente porque antepone a ellos su ansia de poder y de "respeto", palabra esta última que dentro de los códigos restringidos de la delincuencia tiene significados como subordinación incondicional o terror.

En esta imagen se ve en primera línea al futuro presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, disparando desde el puente Yaguno, a los manifestantes que manifestaban pidiendo libertad, ante el régimen liberticida del ahora difunto Hugo Chávez.

También encontré que "malandro viene del latín malandar". Un diccionario de latín arrojó “malandar” como un cochino (cerdo, en España) bien bueno para comer, y además, se traduce como joven delgado pero fuerte, que parece acercarse más a la tipología del "capoerista" (un arte marcial brasileño de origen africano que combina facetas de baile, música y acrobacias, así como expresión corporal) por antonomasia.

Yo creo que no es eso o, al menos, no solamente eso. Mi poquito griego y mi intuición me dice que “malandro” se compone de dos palabras: “mal” y “andro” (que en griego significa “varón”, “individuo de sexo masculino”). Es decir, “hombre-malo”.

Así, en la jerga de los bajos fondos de los “colectivos” no es lo mismo, "chamo, esa fuca ta’ burda e’ malandra" que "el chamo con esa fuca e’ burda e’ malandro", lo que traducido al castellano  significa: “cuidado compañero, ese sujeto que blande el arma de fuego es un asesino implacable”.


MISIVA A VERÓNICA FERRARI, UNA ACTIVISTA LESBIANA




Antes de escribir la carta, explico la razón de ella. Verónica Ferrari es una activista lesbiana, directora ejecutiva del movimiento homosexual de Lima (mhol). Recientemente, entrevistada por el Diario Exitosa confesó que el lobby gay está “en la lucha” buscando “
“Creo que no podremos acabar con el capitalismo y la diferencia de género. Pero sí terminar con la Iglesia, estamos en esta lucha”, agregó.

La dirigente del lobby gay peruano dirigió su ataque también contra otras denominaciones cristianas, como los evangélicos, de quienes dijo “a corto plazo, serán el enemigo principal”.
Ferrari aseguró que “las mujeres pierden con la heterosexualidad”, pues “se les condena a servir al marido y, en el extremo, a ser asesinadas. Hay mucha gente que es heterosexual por obligación, nosotras hemos conquistado nuestro lesbianismo”. Y otras sandeces por el estilo, producto de una gran ignorancia y soberbia.

Al culminar su entrevista, Verónica Ferrari le pidió al Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, “que se jubile”.

Querida Verónica:

Antes que nada, permíteme decirte que te he visto en fotos y puedo asegurar que te has convertido en una chica bella y atractiva, al menos físicamente y, además, tienes un nombre hermoso. 
Desconozco si hubo situaciones adversas que minaron tu niñez o bajo qué condición de mujer te ha tocado vivir dentro o fuera de tu hogar. Lo cierto es que, en este momento de tu adultez, te encontramos liderando una causa que hoy día es tolerada y hasta la podemos comprender, causa que se suma a la de muchos grupos que a nivel mundial se identifican con la tuya.
Tu lucha y la de tu grupo, según tus declaraciones, está centrada en combatir a la Iglesia y a sus pastores; al capitalismo; a tu país, Perú; a la diferencia de género y la heterosexualidad,  entre otros. En esta oportunidad, para no extenderme demasiado, no comentaré tu problema con el capitalismo ni la diferencia de género ni la heterosexualidad.

Vamos por parte. En primer lugar, no comparto contigo el ataque acérrimo que le dispensas a la Iglesia cuando dices que ella “es la gran controladora del cuerpo, el deseo, de la vida de las mujeres, de las homosexuales”. Permíteme decirte, estimada Verónica, que la Iglesia no desea controlar tu cuerpo que, al fin y al cabo es de tu responsabilidad. Pero resulta que lo que manifiestas tiene que ver con la pretensión de disponer de una ley que permita el aborto libre, o como inteligentemente han acuñado tus socias y socios de ideas “progre”, pretendiendo suavizar el acto homicida: “interrupción voluntaria del embarazo”.

A estas alturas de la comprensión de la anatomía humana, debes estar de acuerdo con las ciencias médica y biológica en que la criatura que se desarrolla en el vientre de la mujer embarazada es otro ser, distinto a la madre. No es “su” cuerpo. Se trata de un descendiente no-nato, que para desarrollarse necesita de la “presencia” de la madre, de la misma forma y manera que un bebé, al no poder valerse por sí mismo, requiere de los cuidados que le prodigue su madre.

Tu problema son los cristianos, llámense católicos o evangélicos, debido a que defienden la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural y, seguramente, porque dejan oír su voz en otros temas fundamentales para la vida humana: la sexualidad y la unión conyugal. Puede que en algún momento lleguen a aprobar en tu país la ley que permita el aborto libre, tal como existe en varios países, entre ellos España, gracias a tus socios ideológicos socialistas. 

Merced a esas políticas nefastas, sólo en 2011 se produjeron en España casi 120 mil abortos y se repartieron unas 700 mil “píldoras del día después”, lo que indica que los 120 mil abortos incluyen sólo la eliminación terapéutica del feto; aparte, se producen cientos de miles de abortos empleando la química de las píldoras. En Europa se realizan 3.300 abortos al día y en todo el mundo unos 8 cada 5 segundos. A ver ¿quién niega que el Holocausto hoy globalizado no continúa, esta vez, amparado por leyes mojigatas? Pero te advierto, ninguna ley positiva (hecha por el hombre) puede estar por encima de la ley divina o la ley natural.

Más, Verónica. Sin Iglesia ¿quién abogaría con tanta firmeza y sana obstinación por los no-nacidos? A propósito, tal vez tú misma seas consecuencia de esa férrea defensa que hace la Iglesia por la vida. Tú existes porque tu madre respetó tu indeclinable derecho a nacer. ¿Cierto?

Como complemento a las ideas expuestas, quisiera recordarte algo sobre la Iglesia. Ella tiene una doble dimensión: es santa porque su cabeza, Cristo, es santa; pero al mismo tiempo, la Iglesia es pecadora porque la componen hombres, finitos e imperfectos. Por eso, siempre está necesitada de conversión y de perdón. Hace poco, el Papa Francisco reiteró la expresión de dolor manifestada por sus predecesores, por los abusos contra menores, cometidos por parte de hombres de Iglesia y pidió perdón, asegurando con firmeza que la Iglesia no retrocederá ante este mal.  

Otra cosa, si no hay sacerdocio. ¿Quién podría dar al hombre al nacer, al hacerse adolescente, al necesitar del consuelo del perdón; al elegir la forma de vida, matrimonio o celibato; en el trance de la muerte, etc. –repetimos- quién le daría al hombre una fortaleza comparable a la que brindan los sacramentos?

Te traigo algunos datos del Anuario Estadístico de la Iglesia Católica (cf. ACI, 15-Abr-2014), actualizado al 31 de diciembre de 2001 (por lo tanto hoy, 13 años después, las cifras son sensiblemente superiores), la Iglesia atiende a nivel mundial 500 leproserías, 5.000 hospitales, 10.000 orfanatos, y 200.000 colegios. ¿Qué harían los gobiernos con los millones de alumnos que son educados por instituciones católicas?
A esto hay que agregarle todos los campamentos, voluntariados y fundaciones de carácter humanitario que se instalan de manera temporal ante catástrofes naturales y conflictos bélicos. Eso, sin mencionar la labor diaria de Cáritas que en muchos países, apaga el hambre de cientos de miles de personas sin empleo o desahuciadas por la sociedad.

Leí hace poco las opiniones de un pastor que manifestaba que la Iglesia es un contrapeso necesario para que no se apague la conciencia de la humanidad. Sin ella, sería muy fácil caminar hacia la autodestrucción por falta de voces y argumentos críticos basados en la fe y en la razón. ¿Quién ocuparía el lugar de la Iglesia en temas donde la moral debe prevalecer, por encima de los intereses egoístas? Podríamos continuar en una larga lista de argumentos, pero para lo que deseo explicar, esto me basta. En relación al llamado que le haces al Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, para “que se jubile”, lamento decirte que ni la jerarquía de la Iglesia (aunque el cargo lo ocupe otro), ni los cristianos comprometidos, se jubilan. El “contrato” de trabajo por el reino de Dios, asumido con el Bautismo, sólo finaliza con la muerte.

En otras palabras, amiga Verónica, ¿quieres que la Iglesia desaparezca sólo para que cese la voz de la conciencia social que, en tu caso, te dice que no está bien lo que haces? Aunque tú desees que la Iglesia desaparezca, ella no desea lo mismo para ti. Lo que sí anhela para ti, en hilo con la voluntad de Cristo, su fundador, es que seas feliz y encuentres definitivamente la Verdad que te hará libre (cf. Jn 8, 32 y 1Tm 2, 4).

Opinas que “Perú es un infierno”; te invito a que abras algún diario y leas algo de lo que sucede en otras naciones como Siria, Irán, Pakistán, Afganistán, Ruanda, Egipto, Corea del Norte, Cuba o, para no ir muy lejos de tu casa, el calvario que padecen actualmente los venezolanos. Cómo se ve que todavía eres una chica ingenua; se nota que, a pesar de tu edad adulta, aún no has salido de tu cascarón, y por eso el inmenso egoísmo que te caracteriza.

Hace poco escuché de un pastor evangélico que Dios Padre tiene una seria “debilidad”. Sí, tal como lo lees. ¿Quieres saber cuál es la debilidad de nuestro buen Dios? Él tiene debilidad por gente como tú y como yo: por los pecadores, por gente imperfecta, la que necesita del abrazo amoroso de un Padre, que es olvidadizo con las  ofensas pero providencial por cada uno de sus hijos. Por ti y por mí, por todos, envió Dios a su Hijo, quien dejó el Cielo para hacerse humano, como tú y como yo, menos en la imperfección del pecado. Dios le advierte al hombre el camino que debe transitar: «Te puse delante la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia» (Deuteronomio 30, 19).

Para finalizar,  apreciada Verónica, y aprovechando esta próxima Pascua, con humildad pero con deseo sincero, lánzale a Cristo resucitado este grito que hace poco oí de un alma atribulada: “si estás vivo y puedes cambiar mi vida, hazlo”.


PROTESTAS





Apunta el titular de un periódico:
"EL TSJ PROSCRIBE LAS MANIFESTACIONES PACÍFICAS ESPONTÁNEAS EN VENEZUELA"   

Y añade:
 "La Sala Constitucional acaba de determinar que el derecho a la manifestación pacífica, previsto en el artículo 68 de la Carta Magna, "no es un derecho absoluto" como las garantías a la vida y salud."

Tiene razón el TSJ. El derecho a las protestas no tiene un carácter absoluto, como sí lo poseen la vida y la salud. Pero resulta, mis queridos miembros del TSJ, que las protestas que se realizan actualmente no tienen como finalidad pedir más carreras de caballos, ni que se reabran los bingos, ni...
Esas manifestaciones exigen a los responsables del gobierno que se respete la vida y los derechos humanos más elementales. Y si no pueden dar esas mínimas garantías, que se aparten del camino y dejen que otros, más preparados y con mejor voluntad, lo consigan. Sólo piden eso, derechos humanos para la "vida": seguridad, educación, salud y empleo.

Estos aspectos de la vida pública constituyen los 4 pilares fundamentales de una sociedad sana. ¿Y cómo lograrlo? Apartando del camino todas las manos sucias de sangre y violencia.

Los venezolanos quieren vivir; y vivir en paz. Las protestas no son un fin en sí mismas pero constituyen un medio (casi el único en este momento) para hacerse oír.


¿QUÉ ATRACTIVO TIENE LA NOCHE PARA DIOS?





   Hoy, Sábado de Gloria, la Iglesia celebra con la máxima solemnidad la Vigilia Pascual, cantando con exultante alegría el Pregón Pascual: 
Ésta es la noche
en que, por toda la tierra,
los que confiesan su fe en Cristo
son arrancados de los vicios del mundo
y de la oscuridad del pecado,
son restituidos a la gracia
y son agregados a los santos.

Ésta es la noche
en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
¿De qué nos serviría haber nacido
si no hubiéramos sido rescatados?

   ¿Qué atractivo tiene la noche para Dios? He caído en cuenta que en los momentos puntuales del acontecer, cuando se hace “de noche”, Dios actúa de manera prodigiosa. Aunque resulte un poco extenso, permítanme presentar algunos importantes ejemplos bíblicos. 

Encontramos la “noche” al principio de la Creación donde reinaba el caos y la noche, y Dios creó la luz, separándola de la oscuridad. Así lo narra el libro del Génesis: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. Dijo Dios: “Haya luz”, y hubo luz» (Génesis 1, 1-3).

De noche los israelitas celebraron la primera Pascua en tierra de Egipto y de noche salieron en busca de la Tierra Prometida (cf. Éxodo 12; Deuteronomio 16, 1).


Durante toda la noche el Señor hizo soplar un fuerte viento del Este que secó el mar Rojo, dividiendo las aguas para que escapara el pueblo de Israel de la furia del Faraón (cf. Éx 14). Y de noche la señal de Dios se convertía en fuego para dirigir la huida del pueblo.

 De noche caía el maná que salvó de morir de hambre al pueblo de Israel (cf. Números 11, 9). 




   En el Nuevo Testamento, encontramos relatos aún más impresionantes. 

De noche nace Jesús en el pueblo de Belén y de noche los pastores, avisados por ángeles, lo encuentran en un pesebre y lo adoran. También de noche la “estrella” guiaba a los Magos que, venidos de Oriente, le presentaron oro, incienso y mirra (cf. Lc 2; Mt 2). 

En sueños se manifiesta Dios a José para que huya con Jesús a Egipto y evite que el niño caiga en las manos criminales de Herodes (cf. Mt 2, 13-14). 

De noche, estando los discípulos con su barca pescando lejos de la orilla, se presenta Jesús caminando hacia ellos sobre el agua (cf. Mt 14, 25).

Nicodemo, hombre religioso, preso de dudas, visitó de noche a Jesús, como quien consulta a un pastor. Jesús le manifiesta la necesidad de nacer de nuevo, nacer de arriba, desde el agua y el Espíritu (cf. Jn 3,3-5).

 Jesús instituyó la Eucaristía en la Cena de Pascua (cf. Mt 26, 17-29) e hizo un gesto significativo, mostrando con el ejemplo el auténtico servicio al prójimo: le lava los pies a los discípulos (Jn 13, 2-17).

En el Huerto de Getsemaní Jesús fue prendido de noche, cuando hacía oración (Mt 26, 31 y ss.).

Fue en la madrugada del domingo cuando Jesús resucitó y se le apareció, con cuerpo resplandeciente, a María la Magdalena y sus discípulos mostrándoles las llagas, comiendo con ellos e insuflándoles el Espíritu Santo (cf. Jn 20). Así como en la primera creación Dios infundió «aliento de vida» al hombre, así Jesús comunica la vida a la nueva creación espiritual.

   De noche Dios inicia todas las cosas grandes. La noche oscura la experimentamos cuando sentimos que la vida nos machaca y pareciera que hemos tocado fondo. En ese momento, todas las certezas se hacen añicos y nos cuesta asirnos de lo fundamental. Y ¡qué cosas! el Señor acaricia al débil, al pobre, al desamparado, al que sufre, en una palabra, al despojado ya de toda seguridad humana, al que sólo le queda invocar a lo alto. Sucede en algún momento de toda experiencia humana. En esas situaciones Dios actúa; lo hace desde la debilidad, cuando se hace oscura la existencia.

   La “noche oscura”, no sólo es el desierto de muchos que experimentan que buscan incesantemente a Dios con rectitud de corazón; también la han experimentado los discípulos de Jesús que lo abandonaron y huyeron despavoridos a esconderse. E igualmente es muy conocida la “noche oscura” de grandes santos como san Juan de la Cruz y Teresa de Jesús. Ellos han sentido de cerca el dolor, la muerte, la persecución, la calumnia, las amenazas, la duda, la desesperanza…

   Pero después de la muerte viene la resurrección. Reza el dicho popular que “cuanto más oscura es la noche, más cerca está el amanecer”. También he oído que “cuanto más oscura es la noche más brillan las estrellas”. Y a toda vida le llega su primavera. 

   ¿Sientes que vives una de esas noches críticas? ¿Has pensado que Dios está, de alguna manera, actuando silenciosamente a tu lado? 


SE PUSO A LAVARLES LOS PIES (Jn 13, 5)




El Jueves Santo, la Iglesia actualiza el Lavatorio de los pies y la Última Cena.

Dice el Evangelio de Juan que Jesús se ciñó una toalla y «se puso a lavarles los pies a los discípulos».

Esto que realizó Jesús en vísperas de su pasión y muerte lo realiza hoy la Iglesia.




Esta es una de las diferencias fundamentales entre Iglesia y secta: mientras que las sectas le “lavan el cerebro” a sus miembros, vean cómo, antes Jesús y ahora los pastores de la Iglesia, le lavan los pies a los discípulos.

Gran diferencia ¿no?

VASO, CANAL O FUENTE



San Alberto Magno sostenía que existen tres géneros de plenitudes: la plenitud del VASO, que retiene y no da; la del CANAL, que da y no retiene, y la de la FUENTE, que crea, retiene y da. ¡Qué imagen tan bella! Jesucristo -pienso- debió ser así ¿verdad? Él era (es) la fuente que brota inextinguible, el agua que calma la sed para la vida eterna. Él es el modelo a seguir; Él nos enseñó que debemos "ser" para los demás. Incluso "gastarnos" por los demás, hasta que "duela", como lo hacen las madres y los padres por los hijos. Incluso para satisfacción personal. 

Dice Bill Gates que "invertir en los pobres trae recompensas", y añade que “es tan excitante como cosechar éxitos en el ámbito de los negocios, ¡y más significativo!” Los ricos y los pobres mueren. No hay diferencias. Tal vez la única certeza que tiene el hombre cuando nace sea ésta: que un día, más tarde o más temprano, su vida se extinguirá. De modo que, no importa cuánta fortuna se haya acumulado o cuánto poder se ha tenido; nada de eso se lleva al más allá. 

Lo importante es qué clase de plenitud nos ha caracterizado en vida terrenal. Ojalá siempre sepamos ser "fuente" para uno mismo y para los demás, imitando a Jesús, que es la Fuente de bondad, de desprendimiento, de salud y de Gracia por antonomasia.

COLECTIVOS



En Wikipedia encuentro el siguiente significado de "colectivo": “Grupo de personas que comparten objetos de interés o que trabajan juntas, pero que no necesariamente tienen un objetivo en común”.

En Venezuela, los colectivos se autodenominan "unidades paramilitares al servicio del chavismo".

Son respaldados y protegidos por altos personeros del régimen, los cuales les brindan financiamiento, motocicletas, equipos diversos y armas para intimidar y atacar a los opositores del régimen. Iniciativas de cooperativas de “mototaxi” terminaron convirtiéndose en colectivos armados.

Estos grupos han sido empleados por los sistemas de gobierno más perversos que ha conocido el siglo XX como el comunismo, el fascismo y el nazismo, los cuales emplearon grupos de "colectivos” para mantenerse en el poder. 

En estos siniestros sistemas hay tres elementos comunes que los caracterizan: 1) uso de la violencia para destruir a sus opositores, 2) aspiración de un único partido político y 3) exaltación de la figura del líder. Los ejemplos son claros: la Unión Soviética de Lenin, Stalin y Jrushchov, la Italia de Mussolini, la Alemania nazi, la China de Mao, la Cuba de los hampones Castro y Che Guevara, la Corea del Norte del no menos sanguinario Kim Jong-un y otros funestos regímenes repartidos por todo el orbe, que difícilmente serán olvidados. Ahora lo vemos repetido en la Venezuela actual.

Pero no han sido los regímenes más oprobiosos de los siglos XX y XXI quienes inventaron el bárbaro recurso de los “colectivos”. En la práctica, los encontramos en todos los sistemas políticos vejatorios de los derechos humanos.

Los vemos, incluso, actuando en el relato de la aprensión de Jesús en el Huerto de Getsemaní. Veamos lo que dicen las Escrituras:

«Todavía estaba hablando [Jesús], cuando llegó Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo numeroso con espadas y palos, de parte de los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo» (ver Mt 26, 47; cf. Mc 14, 43; Lc 22, 47; Jn 18, 3). 

Este “grupo numeroso” constituía una milicia ilegal, armada de bastones y espadas, dirigida por los sumos sacerdotes y el Sanedrín (especie de cuerpo judicial). Estos “colectivos” aparecen aquí junto con los líderes judíos (fariseos y saduceos), los cuales eran los representantes de las familias más acomodadas de la ciudad. Ven en Jesús el peligro de perder el prestigio ante el pueblo. El resto de la historia seguro que la habrán oído en las diversas liturgias de Semana Santa. Amigo lector: ¿no te parece familiar la imagen?

Hablamos, pues, de que los “colectivos” son un grupo de facinerosos dirigidos por representantes y simpatizantes del régimen para intimidar y arremeter contra los opositores. Este grupo de bandoleros, enmascarados con pañuelos de color rojo o azul, nació en Venezuela al comienzo del mandato de Chávez, a partir de la liberación de centenares de delincuentes comunes y criminales que se encontraban en prisión. Éstos fueron liberados para “acompañar” el proceso constituyente. Chávez llegó a llamarlos el “Brazo Armado de la Revolución”. Para nadie es un secreto que han recibido y reciben de parte del gobierno venezolano (asesorados por cubanos), formación ideológica e instrucción en operaciones de guerrilla urbana.

En muchos lugares donde la policía no se atreve a ingresar, se desempeñan como “funcionarios policiales”, fiscales e incluso jueces, tomándose la ley en sus manos.
Los colectivos reciben fondos directos del gobierno, disfrazados de ayudas sociales, a través de alcaldías bajo control del régimen e, incluso, de la propia PDVSA.

No es difícil prever que esta gentuza terminará por enfrentarse a sus “amos” porque cada vez les exigirán más: más dinero y mayores cuotas de poder... 

Cuando esta pesadilla termine (porque terminará), estos forajidos y sus líderes deberán ser enjuiciados y castigados con todo el rigor que permitan las leyes. Los juicios al chavismo y a sus adláteres debieran ser ventilados en público.