lunes, julio 18, 2011

EL BAUTISMO: ¿sabéis qué es?


1-Nombre de pila hace alusion a la pila bautismal - Canal Chupete
El texto que se ofrece a continuación sirvió para realizar un tríptico parroquial que se entregaba a padres y padrinos una vez finalizada la charla pre-bautismal. Con el tríptico también se les recomendaba a releerlo para interiorizarlo y familiarizarse con él.

Padres y padrinos: ¿Qué pedís a la Iglesia de Dios para el niño o la niña que presentáis?
Padres: Al pedir el Bautismo para sus hijos, ¿Sabéis que se obligan a educarlos en la fe, para que estos niños, guardando los mandamientos de Dios, amen al Señor y al prójimo como Cristo nos enseña en el Evangelio?
Padrinos: ¿Estáis dispuestos a ayudar a los padres en esta tarea?





Comencemos desde el principio. ¿Sabéis qué son los Sacramentos?
   

Cuando veis a los lejos una columna de humo pensáis en fuego; cuando el semáforo está en rojo significa que no debéis pasar; darse un apretón de manos es signo de amistad; las palabras pueden expresar amor, ternura, amistad, comprensión, dolor, etc.

  


Hay objetos, gestos y palabras que son signos y símbolos y las personas los utilizan para comunicarse con los demás. Ellos expresan algo que no vemos, pero no por eso irreal.
El hombre, a la vez, corporal  y espiritual, manifiesta y percibe las realidades espirituales a través de símbolos y signos materiales.

Lo mismo sucede en su relación con Dios. Dios le habla al hombre a través de las Sagradas Escrituras y de la creación visible. El cosmos, pues, se presenta ante la inteligencia humana para que vea en él las huellas de su Creador. 

La luz y la noche, el viento y el fuego, el agua y la tierra, el frío y el calor, el árbol y los frutos, hablan de Dios y simbolizan a la vez su grandeza, su proximidad y su bondad. Estas realidades sensibles pueden llegar a ser lugar de expresión de Dios, que santifica a los hombres y, a su vez, de la acción de los hombres que rinden culto a Dios.


Así, el Señor Jesús en su predicación se sirvió con frecuencia de los signos de la creación para dar a conocer los misterios del Reino de Dios.
Igualmente ocurre con los signos y símbolos de la vida social de la gente: lavar y ungir, partir el pan y compartir la copa, pueden expresar la presencia santificante de Dios y la gratitud del hombre hacia su Creador.

La liturgia, culto que la Iglesia ofrece a Dios, integra y santifica elementos de la creación y de la cultura humana confiriéndoles la dignidad de signos de la gracia, de la creación nueva en Jesucristo. Estos signos, asumidos por Jesucristo, se llaman sacramentos.
Ellos, no sólo expresan y simbolizan algo espiritual, sino que lo realizan concretamente.





Definamos lo que son los sacramentos

Los sacramentos son «signos eficaces» y «eficientes», de la gracia de Dios. Es decir, no sólo "significan" algo que no se ve, el Amor (la Gracia) de Dios, sino que también lo "hacen presente" en nuestras vidas. Así pues, todo sacramento es un encuentro de Cristo con el hombre, a través de un signo eficaz.

El Evangelio recoge las palabras de Jesús: “Como el Padre me envió, así también yo los envío a ustedes” (Juan 20, 21). Y también: “Vayan por el mundo y hagan discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado. Sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mateo 28, 19-20).



La fuerza sacramental de los signos sacramentales deriva del hecho de ser acciones (gestos y palabras), no de un hombre, sino del mismo Cristo que, haciéndose presente, los realiza por medio de sus ministros, a quienes ha otorgado su poder. Cristo es Sacramento del Padre, la Iglesia lo es de Cristo.


Los Sacramentos de la Iglesia

Hay siete sacramentos: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Orden Sacerdotal, Matrimonio y Unción de los enfermos.


En todos ellos la presencia operante de Cristo y de su Espíritu se prolonga en la acción sacramental de la Iglesia. Cuando Pedro y Pablo bautizaban, era Cristo quien bautizaba; cuando el sacerdote convierte el pan y el vino en el cuerpo y en la sangre de Jesús, es Cristo quien consagra; Cristo, mediante el Obispo, confirma en la fe a los confirmandos; Cristo, mediante la alianza de los esposos en el Matrimonio, se hace presente como sello y garantía de comunión y fidelidad; Cristo ordena a un hombre para el Sacerdocio Ministerial cuando el obispo lo consagra; Cristo, por medio del sacerdote de la Iglesia, perdona los pecados y reconcilia a los pecadores con el Padre; finalmente, Cristo unge el cuerpo del enfermo, lo consuela y le infunde la fuerza del Espíritu. En definitiva, Cristo siempre es el celebrante principal de los sacramentos.



Efectos del Bautismo


a) Por el Bautismo Dios concede el perdón del pecado original y de los pecados personales y remite la pena debida por ellos.

b) El hombre es introducido en el Misterio Pascual de Cristo, muere con Él, es sepultado con Él y resucita con Él.

c) Infunde la Gracia divina, con lo cual el hombre se hace partícipe de la vida íntima de Dios.

d) Se reciben los gérmenes de los siete dones del Espíritu Santo
(sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios) y de las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad).

e) Inicia en la persona la inhabitación de la Santísima Trinidad.

f) El bautizado es "sellado" con un carácter indeleble, que no se puede borrar, por el que es destinado a la misión universal de la Iglesia: la santidad y el apostolado.




La celebración del Bautismo.



El Bautismo consta de tres elementos esenciales:

1. El agua, materia del signo bautismal, el cual purifica y significa nueva vida.


2. Las palabras pronunciadas por el ministro: “Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.


3. El ministro. Ordinariamente es el sacerdote o el diácono. Pero, en peligro de muerte, cualquier persona desde los 16 años puede administrar el sacramento del Bautismo, con tal de que cumpla con el signo sacramental (materia y forma) y tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia.



Exigencias de los padres y de los padrinos

  • ­­­Los padres y los padrinos representan a la Iglesia y profesan la fe de ésta.
  • Los padrinos representan a la familia como extensión espiritual de la misma y ayudan a los padres para que el niño llegue a profesar la fe y a expresarla en su vida.
  • Es necesario que la madrina y el padrino reúnan las cualidades humano-cristianas para hacerse cargo de las obligaciones que le exige la Iglesia:
  I.  Que tengan la madurez necesaria para cumplir sus funciones.
    II.    Que hayan recibido los tres sacramentos de la iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía.

Quién debe participar en la celebración del Bautismo?

Toda la comunidad cristiana, en especial los familiares.




PADRES Y PADRINOS: REDESCUBRAN EL BAUTISMO COMO DON Y PARTICIPACIÓN EN LA VIDA DE DIOS Y TRATEN DE VIVIR SEGÚN LA BUENA NUEVA DEL EVANGELIO


(Última corrección: 18-07-2011)

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